martes, 19 de febrero de 2008

Monstruos rabiosos en la ciudad

Hay monstruos rabiosos en la ciudad. Son muchos, se pintan de colores de carnaval, y todos tienen su número de catálogo, aunque andan sueltos. Nos comen y nos vomitan a diario. Nos dejan sordos, asfixiados, confundidos. Creo que trabajan para el gobierno. En todo caso, colaboran con su causa. Son fieles herramientas para fomentar nuestra ansiedad, nuestro estrés y nuestro aislamiento. Gimen como dinosaurios prehistóricos, y lanzan el humo de dragones extinguidos. Nos atrofian las piernas, nos sarandeaan como un cóctel. Los monstruos furiosos andan las distancias de la ciudad gigante. Estoy segura: trabajan para la reina. Nos comen y nos devuelven, bien confundidos.

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